INTERCAMBIO PSICOANALÍTICO, 16 (1), 2025, pp 49 - 57
ISSN 2815-6994 (en linea) DOI: doi.org/10.60139/InterPsic/16.1.6
49 / FLAPPSIP
EL DESAMPARO SOCIAL DE LOS PADRES
EN TIEMPOS Y CONTEXTOS CRÍTICOS
O DESAMPARO SOCIAL DOS PAIS
EM MOMENTOS E CONTEXTOS CRÍTICOS
SOCIAL HELPLESSNESS OF PARENTS
IN CRITICAL TIMES AND CONTEXTS
Carmen Rosa Zelaya
Asociación Peruana de Psicoterapia Psicoanalítica de Niños y
Adolescentes
ORCID: 0009-0003-5213-6778
Correo electrónico: camuzp15@gmail.com
Fecha de recepción: 23 de marzo 2025
Fecha de aceptación: 20 de abril 2025
Para citar este artículo / Para citar este artigo / To reference this article
Zelaya C. (2025) EL DESAMPARO SOCIAL DE LOS PADRES EN TIEMPOS Y CONTEXTOS CRÍTICOS
Intercambio Psicoanalítico 16 (1), DOI: doi.org/10.60139/InterPsic/16.1.6
Creative Commons Reconocimiento 4.0 Internacional (CC By 4.0)
50 / FLAPPSIP
Resumen: Desde una perspectiva psicoanalítica, el artículo intenta
describir el impacto de la crisis sanitaria y política en las funciones
parentales. Así como en otros países latinoamericanos, las instancias
gubernamentales del Perú evidenciaron una incapacidad para aten-
der las necesidades de la población durante el estado de emergencia,
principalmente, en aquellos sectores más vulnerables. Por ello, se
generaron estados generalizados de confusión, temor, desconanza
y, sobre todo, desesperanza. Las vivencias de desamparo frente a las
sucesivas muertes se agravan cuando no se cuenta con instituciones
sólidas que acojan y brinden la contención necesaria para que los
padres o cuidadores puedan preservar su función de cuidado. La per-
plejidad y la desolación impiden la elaboración de las pérdidas. Esto
predispone a una desconexión afectiva, que se acerca a lo que Green
ha llamado la “madre muerta”. En tales casos, la mirada de los padres
expresa vacío y ausencia, que puede traducirse en diversas formas
de maltrato y, por lo tanto, afecta la construcción de la subjetividad
infantil. La consideración de las experiencias traumáticas conlleva a
reexionar sobre la necesidad de intervenciones colectivas en la co-
munidad que promuevan espacios de escucha, orientados a recupe-
rar los vínculos que han quedado dañados al interior de las familias.
Palabras clave: padres, desamparo, angustia, depresión
EL DESAMPARO SOCIAL DE LOS PADRES
EN TIEMPOS Y CONTEXTOS CRÍTICOS
Presentado en el Simposio Clínico de FLAPPSIP 20241
1 Una primera versión se había presentado en la celebración de los veinte años de la Revista de Psicopatología y Salud Mental del Niño y el
Adolescente de la Fundación Orienta (Barcelona, 2023).
Carmen Rosa Zelaya2
2 Licenciada en Psicología Clínica,
Magíster en Estudios Teóricos
en Psicoanálisis y doctoranda en
Estudios Psicoanalíticos por la
Ponticia Universidad Católica del
Perú (PUCP). Es psicoanalista de
adultos, niños y adolescentes de la
Sociedad Peruana de Psicoanálisis
(SPP), y miembro de la International
Psychoanalytical Association (IPA),
de la Comisión Cientíca de la SPP y
de la APPPNA. Se ha desempeñado
como coordinadora suplente de la
Comisión de Infancia y Adolescencia
de la Federación Psicoanalítica de
América Latina (FEPAL, 2020-2022),
como docente de psicoterapia
psicoanalítica en el Instituto Inter-
cambio, el Instituto Peruano de
Psicoanálisis (IPP) y el Centro de
Psicoterapia Psicoanalítica de
Lima (CPPL), como exdirectora
de la Biblioteca de la SPP, como
expresidenta de la APPPNA, y como
vicepresidenta del Instituto Inter-
Cambio (2025-2026). Además, es
coeditora del libro La maternidad y
sus vicisitudes hoy (2006). Investiga y
publica sobre temas de maternidad y
vínculo temprano.
INTERCAMBIO PSICOANALÍTICO, 16 (1), 2025, pp 49 - 57
ISSN 2815-6994 (en linea) DOI: doi.org/10.60139/InterPsic/16.1.6
51 / FLAPPSIP
Resumo: A partir de uma perspectiva psicanalítica, o artigo tenta
descrever o impacto da crise política e de saúde nas funções paren-
tais. No Peru, como em outros países da América Latina, os órgãos
governamentais demonstraram incapacidade de atender às necessi-
dades da população durante o estado de emergência, especialmen-
te nos setores mais vulneráveis, gerando estados generalizados de
confusão, medo, desconança e, acima de tudo, desespero. As expe-
riências de desamparo diante de sucessivas mortes são agravadas
quando não há instituições sólidas para abrigar e fornecer o apoio
necessário para que os pais ou responsáveis possam preservar seu
papel de cuidadores. A perplexidade e a desolação impedem a ela-
boração das perdas, predispondo a uma desconexão afetiva, aproxi-
mando-se do que Green chamou de mãe morta. Nesses casos, o olhar
dos pais expressa vazio e ausência, o que pode se traduzir em várias
formas de maus-tratos, afetando a construção da subjetividade in-
fantil. A consideração de experiências traumáticas nos leva a reetir
sobre a necessidade de intervenções coletivas na comunidade, que
promovam espaços de escuta, com o objetivo de recuperar os víncu-
los que foram danicados nas famílias.
Palabras-chave: pais, desamparo, angústia, depressão
Abstract: From a psychoanalytical perspective, the paper attempts
to describe the impact of the health and political crisis on paren-
tal functions. In Peru, as in other Latin American countries, gover-
nmental authorities have shown an inability to meet the needs of
the population during the state of emergency, especially in the most
vulnerable sectors, having generated generalized states of confu-
sion, fear, distrust and above all hopelessness. The experiences of
helplessness in the face of successive deaths are aggravated when
there are no solid institutions to shelter and provide the necessary
support so that parents or caregivers can preserve their role of care.
Perplexity and desolation impede the elaboration of losses, predis-
posing to an aective disconnection, approaching what Green has
called the dead mother. In such cases, the parents’ gaze expresses
emptiness and absence, which can translate into various forms of
mistreatment, aecting the construction of child subjectivity. The
consideration of traumatic experiences leads to reect on the need
for collective interventions in the community, which promote liste-
ning spaces, aimed at recovering the bonds that have been damaged
within families.
Key words: parents, homelessness, anguish, depression
INTERCAMBIO PSICOANALÍTICO, 16 (1), 2025, pp 49 - 57
ISSN 2815-6994 (en linea) DOI: doi.org/10.60139/InterPsic/16.1.6
52 / FLAPPSIP
Los países latinoamericanos comparten una problemática so-
cial, política y económica que ha generado conictos e inestabilidad en
su desarrollo histórico. Las crisis y los enfrentamientos sociales, que da-
tan de tiempos de la Colonia, se han establecido y mantenido hasta la
actualidad. Se tratan de dolorosas marcas de desigualdades raciales y
étnicas que se expresan en modos discriminatorios que no reconocen
las necesidades y derechos de un amplio sector de la población.
En los últimos años, especialmente en el Perú, la polarización
social ha cobrado mayor magnitud con la llegada de la pandemia del
covid-19. La insuciente y precaria atención a los casos de emergencia
puso en evidencia el enorme descuido de los servicios de salud hospita-
larios y la inmensa población económicamente desfavorecida sufrió los
embates de la falta de atención.
El Perú presentó el número más alto de muertes a nivel mundial,
pues llegó a alcanzar la cifra de 220,000. La crisis sanitaria se evidenció
en muertes que se produjeron en soledad, enfermos aislados de sus fa-
milias que morían sin poder despedirse y entierros restringidos que no
permitieron el consuelo de una compañía cercana.
La ocurrencia de muertes en el Perú ha sido un suceso que se
ha repetido a lo largo de nuestra historia. Desde algunas décadas atrás,
el país ya había venido siendo azotado por el conicto armado interno.
Como resultado de los enfrentamientos entre los militares, terroristas y
civiles, se estima que el número de desaparecidos y muertos ascendió a
70,000, y la población más afectada fue la rural1.
Un claro reejo de la precariedad y degradación estatal ha sido
la incapacidad para contener y atender los estados de emergencia. La
inestabilidad en las instancias gubernamentales se ha evidenciado en el
sucesivo cambio de presidentes: en los últimos seis años, hemos tenido
seis presidentes, y casi todos han terminado presos o manchados por la
corrupción. Además, en los últimos tiempos, se ha producido un quiebre
(al parecer irreconciliable) entre el Estado y la sociedad. Las desprestigia-
das autoridades, enfrentadas entre sí en el Congreso de la República, no
logran escuchar ni manejar las demandas sociales. Más bien, utilizan la
fuerza para reprimir las manifestaciones, que han terminado causando
aun más muertes. Ante tales momentos críticos de la realidad peruana,
se ha puesto en evidencia la fragilidad de una estructura institucional
que sea capaz de contener el orden social.
1 La estimación de víctimas se expone
en el “Informe del Grupo de Análisis de
Datos sobre los Derechos Humanos” de la
American Association for the Advancement
of Science. Tal documento fue elaborado
para la Comisión de la Verdad y
Reconciliación (CVR, 2003).
INTERCAMBIO PSICOANALÍTICO, 16 (1), 2025, pp 49 - 57
ISSN 2815-6994 (en linea) DOI: doi.org/10.60139/InterPsic/16.1.6
53 / FLAPPSIP
En el texto Tótem y tabú (1913), Freud propone la hipótesis sobre
el origen de las instituciones humanas, por medio de la cual destaca la
necesidad de resolver el conicto fundamental entre el deseo y la prohi-
bición. La gura paterna se yergue como la autoridad que representa la
ley que establece los límites que hacen posible una segura convivencia
social. En ese sentido, las instituciones encarnarían a la gura paterna,
designadas a velar por el orden y cuidado de la población.
En el contexto de la coyuntura política actual, presidentes, y
varios ministros y congresistas, considerados como “los padres de la
patria”, han ido cayendo en el desprestigio total al ser descubiertos en
severos actos de corrupción. La imagen de aquella gura paterna, que
en el imaginario colectivo debía velar por el orden, se ha desvanecido al
poco tiempo de ser elegida. Esto ha dado lugar no solo a manifestacio-
nes de indignación y de reclamo de una justa intervención, sino también,
de manera incluso más grave, a un estado generalizado de desamparo y
desesperanza.
Ante la crisis sanitaria, parecía normalizarse el derecho a la vida
y a la subjetividad para algunos privilegiados, mientras que la precarie-
dad le correspondía a la gran mayoría. Si bien las muertes se han pro-
ducido en todos los estratos sociales, para los menos privilegiados el
riesgo de pérdida, tanto de la vida como del trabajo, se constituía como
una realidad más inmediata, con lo que se han exacerbado los niveles de
angustia.
El clima de inseguridad, incertidumbre y temor a la muerte se
ha convertido en un creciente fenómeno cotidiano: las familias intentan
sobrevivir al exceso de una realidad amenazante, la que viene desbor-
dando la capacidad de representación. Pareciera no haber lugar para
un espacio mental en el que se pueda pensar la conmoción producida
por las experiencias traumáticas de aquellas pérdidas y duelos que se
han venido enfrentado. El sufrimiento psíquico prolongado y la falta de
instancias de contención ha favorecido que se establezca un ánimo me-
lancólico y desesperanzado. Esto ha dado lugar a relaciones agresivas y
paranoides tanto al interior de las familias como en el entorno callejero,
lo que se maniesta a través del aumento de la delincuencia.
El psicoanálisis ha venido destacando la importancia del rol de
los padres en el cuidado y la contención emocional de sus hijos, a quie-
nes les corresponde desempeñar la función de para-excitación, a modo
de escudo protector, frente al exceso de ansiedades provenientes tanto
del mundo externo como interno. Winnicott (1971) subraya la impor-
tancia de la calidad de la mirada materna como expresión del grado de
conexión de ella con los estados emocionales del bebé. Sostiene que
una mirada capaz de identicar las necesidades y de responder oportu-
namente a ellas facilitaría el desarrollo del sentido del sí mismo. Verse
reejado en el rostro de la madre le permitiría reconocerse como agente
activo y creativo a lo largo de su desarrollo emocional. A partir de esta
consideración, la vasta experiencia de Winnicott en su observación de
la díada madre-hijo deja claro que el encuentro con el Otro parental es
fundamental para el proceso de subjetivación.
INTERCAMBIO PSICOANALÍTICO, 16 (1), 2025, pp 49 - 57
ISSN 2815-6994 (en linea) DOI: doi.org/10.60139/InterPsic/16.1.6
54 / FLAPPSIP
En condiciones sociales de inestabilidad y precariedad, los pa-
dres difícilmente podrán ejercer tales funciones. Si se encuentran an-
gustiados o deprimidos, amenazados en su capacidad para contener y
representar un momento crítico, como lo serían algunas pérdidas vitales
(de seres queridos, trabajo, vivienda), entonces, su mirada será la que
trasmita miedo, perplejidad, impotencia, desolación y hasta apatía. Esto
se acerca a lo que André Green (1993) denomina “la madre muerta”,
que se reere al estado mental de la madre o cuidador que está psíqui-
camente ausente y que sufre de un vacío mental, cuya imagen ante el
niño sufre una transformación: de ser una fuente potencial de vitalidad,
pasa a ser una gura “distante, apática, prácticamente inanimada” (p.
209). Green nos dice que, en tales casos, los padres quedan sumidos en
un duelo blanco, sobreviviendo a costa de una “muerte psíquica” y expo-
niendo a los hijos a sufrir las consecuencias de una falta de contención
parental. Esto último puede derivar en una subjetivación fallida, casi un
estado de orfandad que lleva a desconar de las oportunidades de la
vida o, por el contrario, a la organización de un “falso self” que asume
precozmente la responsabilidad de sostenerse.
Cuando los problemas de la realidad irrumpen desorganizan-
do el tejido social, las familias quedan en el desamparo. Sobre todo, en
aquellas poblaciones vulnerables que quedan relegadas en el olvido, no
hay a quien recurrir para que contenga y se interponga ante el caos y el
peligro.
Winnicott (1971) dene el “desamparo” como el estado origi-
nal del individuo al nacer, que es sinónimo de dependencia absoluta.
Esa condición hace que sea imprescindible la intervención del otro, al
que denomina “madre ambiente”. Este rol puede ser desempeñado por
cualquier cuidador que esté comprometidamente a cargo del bebe. Las
fallas repetidas en la función del cuidado suscitarán vivencias de desin-
tegración, expresadas en agonías primitivas e impensables, que descri-
ben el derrumbe yoico. En momentos críticos, la ausencia de instancias
protectoras actualiza el “miedo al derrumbe”, que implicaría revivir una
experiencia de arrasamiento subjetivo por la que ya se ha transitado. En
los estados de zozobra, queda afectada la función del pensamiento en
su sentido primordial, es decir, la posibilidad de conceptualizar, nom-
brar, expresar y comprender las angustias como un modo de elaborar la
experiencia emocional.
Entre el prolongado connamiento obligatorio durante la pan-
demia, y un entorno social caótico y amenazante que no brinda una
estructura que acoja y ampare las angustias, se predispone a que se
precipite la vivencia de estar “muerto en la vida” (Green, 2001). Esto ha
generado profundos sentimientos de soledad, vacío y falta de sentido.
INTERCAMBIO PSICOANALÍTICO, 16 (1), 2025, pp 49 - 57
ISSN 2815-6994 (en linea) DOI: doi.org/10.60139/InterPsic/16.1.6
55 / FLAPPSIP
Es difícil dimensionar el impacto traumático que produce la suma
de todas esas violentas circunstancias de la realidad en las capacidades
parentales cuando no se cuenta con instituciones sólidas capaces de re-
accionar reconociendo y atendiendo las necesidades de sostén afectivo,
y escuchando y respondiendo con medidas que alivien las angustias. La
experiencia de la pandemia, así como la crisis política y social, nos reve-
la que el desamparo en situaciones críticas expone a la degeneración
de los vínculos. Además, interere en la capacidad para discriminar al
otro como sujeto y, más aún, para identicarse con su condición. Las
vivencias de carencia dañan las funciones parentales en su capacidad
para transformar el exceso de ansiedad que genera el temor y la incer-
tidumbre, con el riesgo del pasaje al acto a través de diversas formas de
maltrato. Estos pueden alcanzar dimensiones altamente violentas o de
una huida en la que se reproduce el desamparo experimentado por los
mismos padres.
Pareciera que la distancia social y la continua inestabilidad de
los últimos años han creado un estado generalizado de defensiva confu-
sión, en la que se tiende a destacar solo lo malo, lo dañino y todo aquello
que podría amenazar la integridad.
En su abordaje de las experiencias traumáticas, Steven Marans
(2020) señala que, en momentos trágicos, las capacidades yoicas de la
familia se ven afectadas, por lo que se restringe la posibilidad de contar
con los recursos que permiten afrontar la tensión con cierto control. Ma-
rans también puntualiza la alteración que se produce para discriminar
los motivos y detalles del contexto desestabilizador, y, como consecuen-
cia de ello, la dicultad para pensar en posibles soluciones para los gran-
des problemas.
Habiendo pasado el momento más álgido de la pandemia, pode-
mos comenzar a pensar cómo nos encontramos, y qué marcas o secue-
las deben tenerse en cuenta. Por ahora, podemos concebir los vínculos
en estado de “convalecencia”, término que proviene del latín y signica
“reanimar”; es decir, alude al proceso de restablecimiento de la persona
enferma, pero que no está recuperada del todo.
¿Cómo podríamos pensar en formas de recuperación que inte-
gren el reconocimiento y la validación de las necesidades de los padres y
cuidadores que forman parte de una población profundamente diversa
y con grandes sectores socialmente excluidos? La realidad de los países
latinoamericanos nos muestra la fragilidad de su sistema institucional,
que se quiebra fácilmente ante situaciones críticas.
Asistimos a un momento histórico que convoca a pensar en los
distintos modos que permitan deconstruir y construir sistemas de re-
presentación de reconocimiento del otro, considerando sus necesida-
des afectivas como parte del derecho a existir, y facilitando la búsqueda
de autonomía y nuevos sentidos de la convivencia.
INTERCAMBIO PSICOANALÍTICO, 16 (1), 2025, pp 49 - 57
ISSN 2815-6994 (en linea) DOI: doi.org/10.60139/InterPsic/16.1.6
56 / FLAPPSIP
La función de la sociedad, a través de sus instituciones; la cultu-
ra, a través del fomento espacios de expresión; el psicoanálisis u otras
intervenciones terapéuticas, a través de la validación de los estados
emocionales en tiempos y contextos críticos, exige el aporte de elemen-
tos que reejen y reconozcan la conmoción vivida. Esto permitiría a los
padres y cuidadores transitar del caos, el vacío, la consternación y la
desesperanza a la simbolización de lo traumático.
Se trataría de una tarea colectiva y solidaria de recuperación de
la dignidad, como lo enfatiza Julia Kristeva (1999) en su concepto de “re-
vuelta” al proponer una acción crítica de colaboración y apoyo mutuo
en los procesos de transformación. El concepto invita a interpelar y re-
exionar sobre la necesidad de comprometerse con la transformación
social, que implica una ética del reconocimiento del otro, que respete y
valore los diversos modos de existencia y aporte de cada individuo a su
sociedad.
El momento actual se constituye como una oportunidad no
solo para expresar nuestras emociones, sino también para analizar y
reexionar sobre nuestras falencias, detectando y develando aquellas
dinámicas que niegan nuestra vulnerabilidad y abandonan las necesida-
des de la mayoría.
Considerando que las instituciones son organizaciones en con-
tinua construcción, nos preguntamos si podrían ser reformuladas, ha-
ciéndose más presentes en la vida de sus pobladores, conociéndolos,
rescatando los valores interculturales2, dialogando, invitándolos a parti-
cipar activamente de las transformaciones, y reforzando la consciencia
de que los padres y cuidadores adultos son importantes para los niños.
Estudios recientes en Estados Unidos y América Latina señalan que la
soledad y la violencia que caracteriza la vida urbana predispone a los
padres a sufrir de ansiedad y depresión, a quienes se ha prestado muy
poca atención.
La realidad de hoy representa un reto. Requerimos darnos un
tiempo para elaborar lo traumático, para recuperar la capacidad para
pensar, para aprender y para buscar nuevas soluciones que den con-
tinuidad a la vida. Sobre todo, se necesita recuperar un espacio para
la ilusión, y un serio compromiso para “reanimar” o restaurar aquellos
vínculos que han quedado dañados.
Frente a la conmoción social, el psicoanálisis tiene mucho que
aportar: puede fortalecer la consciencia de la importancia del cuidado,
aliviando el tipo de malestar en la cultura de hoy. Se lo debemos a las
nuevas generaciones, que tienen un futuro por delante.
2 El concepto de ayni en quechua alude a
la reciprocidad, igualdad y justicia. A partir
del ayni cual se han venido organizando
las relaciones sociales en las comunidades
andinas desde la época incaica.
INTERCAMBIO PSICOANALÍTICO, 16 (1), 2025, pp 49 - 57
ISSN 2815-6994 (en linea) DOI: doi.org/10.60139/InterPsic/16.1.6
57 / FLAPPSIP
Referencias bibliográcas
COMISIÓN DE LA VERDAD Y RECONCILIACIÓN. (2003). Informe nal. Comisión de la Verdad y
Reconciliación del Perú. https://www.cverdad.org.pe/inal/
FREUD, S. (1913). Tótem y tabú. En L. López Ballesteros (Trad.), Obras completas (pp. 419-507).
Biblioteca Nueva.
GREEN, A. (1993). La madre muerta. En Narcisismo de vida y Narcisismo de muerte (pp. 209-
238). Amorrortu.
GREEN, A. (2001). La muerte en la vida. Algunos puntos de referencia para la pulsión de
muerte. Revista de Psicoanálisis, 58(2), 291-309.
KRISTEVA, J. (1999). El porvenir de la revuelta. Fondo de Cultura Económica.
MARANS, S. (Presentador). (2020, 13 de setiembre). Psychoanalysis at the Interface of the
Community and the Police (N° 65) [Episodio de podcast de audio]. En IPA O the Couch.
International Psychoanalytical Association. https://ipaothecouch.org/2020/09/13/episode-65-
psychoanalysis-at-the-interface-of-the-community-and-the-police-with-steven-marans-ph-d/
WINNICOTT, D. W. (1971). Playing and reality. Penguin Books.