INTERCAMBIO PSICOANALÍTICO, 16 (1), 2025, pp 58 - 67
ISSN 2815-6994 (en linea) DOI: doi.org/10.60139/InterPsic/16.1.7
58 / FLAPPSIP
EL CODESARROLLO DE LAS SUBJETIVIDADES
ADOLESCENTES Y ADULTAS DESAFIADO EN
TIEMPOS DE INCERTIDUMBRE.
O CO-DESENVOLVIMENTO DAS SUBJETIVIDADES DE
ADOLESCENTES E ADULTOS DESAFIADO EM TEMPOS
DE INCERTEZA.
THE CO-DEVELOPMENT OF ADOLESCENT AND
ADULT SUBJECTIVITIES CHALLENGED IN TIMES OF
UNCERTAINTY.
Ana Blanco - ORCID: 0009-0004-9807-8304
Correo electrónico: blanco.anma@gmail.com
Natalia Castelli - ORCID: 0009-0007-6636-5124
Correo electrónico: ncaste67@gmail.com
Cecilia Cordones - ORCID 0009-0004-0158-1561
Correo electrónico: cecicordones@gmail.com
Alicia Costanzo - ORCID: 0000-0001-8190-1895
Correo electrónico: aliciacostanz@gmail.com
Florencia Chabalgoity - ORCID: 0000 -0001 – 8504 – 0594
Correo electrónico: fchabal@adinet.com.uy
Adriana Di Tomaso - ORCID: 0009-0008-7366-455X
Correo electrónico:adrianaditomaso@gmail.com
Laura Erramún - ORCID: 0009-0004-5850-1710
Correo electrónico: erramunlaura@gmail.com
Humberto Giachello - ORCID: 0009-0009-0364-3232
Correo electrónico: hgiachello@gmail.com
Correo electrónico: ncaste67@gmail.com
Débora Thompson - ORCID: 0009-0000-4994-7412
Correo electrónico: deborathompson@gmail.com
Área de Adolescencias de la Asociación Uruguaya de
Psicoterapia Psicoanalítica
Fecha de recepción: 08-03-2025
Fecha de aceptación: 29-04-2025
Para citar este artículo / Para citar este artigo / To reference this article
Blanco A. - Castelli N. - Cordones C. - Costanzo A. - Chabalgoity F. - Di Tomaso A. - Erramún L. -
Giachello H. - Thompson D. (2025) EL CODESARROLLO DE LAS SUBJETIVIDADES ADOLESCENTES Y
ADULTAS DESAFIADO EN TIEMPOS DE INCERTIDUMBRE
Intercambio Psicoanalítico 16 (1), DOI: doi.org/10.60139/InterPsic/16.1.7
Creative Commons Reconocimiento 4.0 Internacional (CC By 4.0)
59 / FLAPPSIP
Ana Blanco1
Natalia Castelli2
Cecilia Cordones3
Alicia Costanzo4
Florencia Chabalgoity5
1 Lic. en Psicología (UDELAR), Especialista en Psicoterapia
Psicoanalítica (IUPA). Psicoterapeuta habilitante de AUDEPP.
Integrante del Área de las Adolescencias de AUDEPP.
2 Lic. en Psicología (UDELAR). Psicoterapeuta habilitante y
supervisora de AUDEPP. Integrante del Equipo de Orientación
Educativa de Secudaria en Colegio Marista. Ex-docente adjunta
en Instituto Universitario de Postgrado (IUPA). Integrante del
Espacio Winnicott AUDEPP. Miembro del Board Latinoamericano D.
Winnicott. Integrante del Área de las Adolescencias de AUDEPP.
3 Licenciada en Psicología (UDELAR), Postgrado en Psicoterapia
Psicoanalítica (Clínica Uno). Miembro de AUDEPP, Integrante del Área
de Adolescencias y del Espacio Winnicott de AUDEPP.
4 Psicóloga (UCUDAL). Miembro Habilitante de AUDEPP. Especialista
en Psicoterapia Psicoanalítica (IUPA). Profesora Titular del Posgrado
de Psicoterapia Psicoanalítica (Especialidad Adolescentes) y
Supervisora de psicoterapeutas en formación del IUPA – AUDEPP.
Co coordinadora del Área de las Adolescencias de AUDEPP. Ex
docente investigadora de Psicología Evolutiva (Facultad de Psicología
UDELAR). Última publicación CHABALGOITY, F. y COSTANZO,
A. (2020). La conformación de la subjetividad adolescente en el
marco del mundo virtual atravesado por la pandemia. ¿Malestar
u oportunidad?¿Elección o imposición? En Equinoccio Revista de
Psicoterapia Psicoanalítica, 1(2).
5Licenciada en Psicología de la (UDELAR), Especialista en Psicoterapia
Psicoanalítica (IUPA), Docente Adjunta del Posgrado de Psicoterapia
Psicoanalítica IUPA - AUDEPP (Especialidad Adolescentes), Co
coordinadora del Área de las Adolescencias de AUDEPP, Profesora de
Seminarios de Formación Continua de AUDEPP. Última publicación
CHABALGOITY, F. y COSTANZO, A. (2020).La conformación de la
subjetividad adolescente en el marco del mundo virtual atravesado
por la pandemia. ¿Malestar u oportunidad? ¿Elección o imposición?
En Equinoccio Revista de Psicoterapia Psicoanalítica 1 ( 2).
Adriana Di Tomaso6
Laura Erramún7
Humberto Giachello8
Débora Thompson9
6 Licenciada en Psicología (UDELAR). Miembro Habilitante de
AUDEPP. Especialista en Psicoterapia Psicoanalítica (IUPA). Integrante
del Área de las Adolescencias, del Grupo de Psicoanálisis Relacional y
del Área de Género de AUDEPP.
7Licenciada en Psicología (UDELAR), Especialista en Psicoterapia
Psicoanalítica por el Instituto de Estudios en Salud Mental, Clinica
Uno. Miembro de AUDEPP. Integrante del Área de las Adolescencias
de AUDEPP. Integrante del grupo de Psicoanálisis Relacional de
AUDEPP.
8 Licenciado en Psicología (UDELAR). Miembro Habilitante de
AUDEPP. Especialista en Psicoterapia Psicoanalítica (IUPA). Docente
invitado de Psicoanálisis Relacional en IUPA - AUDEPP. Posgrado
Psicoterapia Psicoanalítica en Servicios de Salud (Fac. Medicina-
EGM, UDELAR). Diplomado en Psicoanálisis Relacional SMPR-IARPP,
México. Miembro de IARPP Internacional y Miembro de SMPR-IARPP
México. Última publicación: GIACHELLO, H (2024). Nos visita el
psicoanálisis relacional. Conversación con Alejandra Plaza y Rosa
Velasco. Equinoccio. Revista de psicoterapia psicoanalítica, 5 (1)
9 Licenciada en Psicología (UDELAR). Especialista en Psicoterapia
Psicoanalítica (IUPA). Miembro de AUDEPP. Integrante del Área de
las Adolescencias, del Área de Género y del Grupo de Psicoanálisis
Relacional de AUDEPP.
EL CODESARROLLO DE LAS SUBJETIVIDADES
ADOLESCENTES Y ADULTAS
DESAFIADO EN TIEMPOS DE INCERTIDUMBRE
Presentado en el Simposio Clínico de FLAPPSIP 2024
INTERCAMBIO PSICOANALÍTICO, 16 (1), 2025, pp 58 - 67
ISSN 2815-6994 (en linea) DOI: doi.org/10.60139/InterPsic/16.1.7
60 / FLAPPSIP
Resumen: El contexto de cambios sociales, culturales, tecnológicos y
las incertidumbres derivadas, inciden en la construcción de la subje-
tividad tanto adolescente como adulta.
Vivimos atravesados por narrativas culturales que convocan a la
intolerancia, a la frustración, la desconexión de las emociones y la
exigencia de una positividad “obligatoria”. Este nuevo “malestar cul-
tural”, podríamos pensarlo como el estar compelido a mostrarse, co-
nectarse, habitar o visitar de alguna forma las redes, a los nes de
calmar la urgencia subjetiva.
Los adultos se sienten actualmente interpelados en su rol, presen-
tando dicultad en la puesta de límites entre otras manifestaciones.
La angustia y ansiedad, junto a otras vulnerabilidades, quedan parti-
cularmente en evidencia.
Los padres se vivencian muchas veces carentes de recursos para
acompañar y apuntalar a sus hijos en el tránsito adolescente. Se pre-
sentan ávidos de espacios de escucha y orientación para poder en-
tender e intentar gestionar el cambio civilizatorio que enfrentamos.
Esto nos lleva a preguntarnos acerca de nuestras intervenciones clí-
nicas en el trabajo con los adolescentes y el lugar que le damos al
adulto en la consulta.
Palabras claves: subjetividad, adolescencias, transformaciones cul-
turales, mundo adulto.
Resumo: O contexto de mudanças sociais, culturais, tecnológicas e
as incertezas decorrentes disso impactam na construção da subjeti-
vidade tanto adolescente quanto adulta.
Vivemos atravessados por narrativas culturais que apelam à into-
lerância, à frustração, à desconexão das emoções e à exigência de
uma positividade “obrigatória”. Esse novo “mal-estar cultural” po-
deria ser pensado como se sentir obrigado a se mostrar, conectar,
habitar ou visitar de alguma forma as redes, para poder acalmar a
emergência subjetiva.
Os adultos atualmente se sentem questionados em seu papel, apre-
sentando diculdades para estabelecer limites entre outras mani-
festações. A angústia e a ansiedade, juntamente com outras vulne-
rabilidades, são particularmente evidentes.
Os pais muitas vezes têm falta de recursos para acompanhar e apoiar
seus lhos na transição para a adolescência. Surgem ávidos por es-
paços de escuta e orientação para poder compreender e tentar gerir
a mudança civilizacional que enfrentamos. Isto nos leva a questionar
as nossas intervenções clínicas no trabalho com adolescentes e o lu-
gar que damos aos adultos na consulta.
Palavras-chaves: subjetividade, adolescências, transformações cul-
turais, mundo adulto.
INTERCAMBIO PSICOANALÍTICO, 16 (1), 2025, pp 58 - 67
ISSN 2815-6994 (en linea) DOI: doi.org/10.60139/InterPsic/16.1.7
61 / FLAPPSIP
Abstract: The context of social, cultural, and technological changes,
and the resulting uncertainties, impact the construction of both ado-
lescent and adult subjectivity.
We live inuenced by cultural narratives that incite intolerance,
frustration, emotional disconnection, and the demand for an “obli-
gatory” positivity. We could think of this new “cultural malaise” as
the compulsory need to reveal oneself, connect, inhabit, or visit so-
cial media in some way, in order to calm subjective urgency.
Adults currently feel challenged in their roles, experiencing diculty
in setting boundaries, among other manifestations. Anxiety and an-
guish, along with other vulnerabilities, are particularly evident.
Parents often experience a lack of resources to accompany and su-
pport their children during their adolescent journey. They are eager
for spaces for listening and guidance to understand and attempt to
manage the civilizational change we face. This leads us to question
our clinical interventions in working with adolescents and the place
we give adults in the consultation.
Keywords: subjectivity, adolescence, cultural transformations, adult
world.
Lo que más calma a un adolescente es un adulto que se hace cargo
A. Mansukani (2023)
Una de las tareas esenciales de la adolescencia es construir una
nueva subjetividad, a partir de una historia familiar - personal, encarna-
da en un tiempo y un entorno determinado. Algunos pensadores nos
ayudan a reexionar sobre el contexto actual.
En el marco de los cambios sociales, culturales y tecnológicos,
Byung-Chul Han (2017) plantea que estamos viviendo una transforma-
ción antropológica: un tiempo dónde surge el imperativo del rendimien-
to como nuevo mandato. La hiperconectividad actual se muestra como
un totalitarismo de la exhibición. La pura transparencia que lo muestra
todo, no prohíbe, no priva, no enfrenta oposición o negatividad. Bajo el
anonimato y escudados en la libertad de poder hacer o decir lo que quie-
ra a quién quiera, se propician otras formas de violencia. Libertad iluso-
ria ya que la exigencia de mostrarse desde una “positividad obligatoria”,
trae aparejada la desconexión emocional.
En consonancia, Paula Sibila (2010, pp.15 - 37). ) plantea la emer-
gencia de una nueva subjetividad donde la visibilidad se torna requisito
de existencia. Reere a la presencia del fenómeno de la Extimidad, una
intimidad que se exhibe junto con el surgimiento de un sujeto distinto
donde la premisa es hacer del yo un show: un espectáculo visible.
INTERCAMBIO PSICOANALÍTICO, 16 (1), 2025, pp 58 - 67
ISSN 2815-6994 (en linea) DOI: doi.org/10.60139/InterPsic/16.1.7
62 / FLAPPSIP
Este nuevo “malestar cultural”, podríamos pensarlo como el es-
tar compelido a mostrarse, conectarse, habitar o visitar de alguna forma
las redes, a los nes de calmar la urgencia subjetiva. Mostrarse para
ser alguien (existir) y para ser alguien para otro. Redes como sostén del
Yo, posibilidad de pertenencia pero que también pueden traer peligros
asociados: ciberacoso, algoritmos que “sesgan” las búsquedas de infor-
mación, dicultad de discriminar lo verdadero de lo fake (falso).
El vértigo civilizatorio descrito por Viñar (2010) se potencia por
un clima de inestabilidad mundial, derivado, entre otros, por las conse-
cuencias del Covid. Pensábamos que las pandemias (con mortandad)
eran temas superados en nuestro siglo, así como las guerras a gran es-
cala (con el fantasma de la destrucción atómica). Nos enfrentamos a la
aparición de cambios en las condiciones del trabajo, acelerados y acen-
tuados por la pandemia y agudizados aún más, por el desarrollo vertigi-
noso de la Inteligencia Articial. Los aspectos positivos de facilitación de
nuestra vida, coexisten con una inseguridad mayor (falta de legislación
denida, tanto laboral como de éstas herramientas en sí). Al decir de
Bauman (2010) el conicto ya no se juega en las arenas entre lo permi-
tido y lo prohibido sino entre lo posible y lo imposible. Todos estamos
atravesados por este contexto.
La aceleración exigida por la época actual, recae sobre los pa-
dres, que a su vez demandan respuestas rápidas y efectivas. Nos pre-
guntamos: ¿cómo incide esto en la construcción de las subjetividades
adolescentes?
La inmadurez es un elemento esencial de la salud en la adoles-
cencia. Para alcanzar la independencia el adolescente necesita un adulto
que crea en su propia madurez, es decir “sucientemente” maduro, para
habilitarle un tiempo de dependencia necesario. Si los adultos abdican
de su responsabilidad y lugar de referentes, el joven probablemente
se adelantará a una falsa madurez, no pudiendo confrontar (Winnicott,
1982).
Frecuentemente escuchamos a los padres de nuestros pacien-
tes, o aún a pacientes adultos, quejarse de la dicultad de sus hijos para
asumir conductas independientes: sin proporcionarles muchas veces
herramientas que sirvan a este proceso de autonomía, o sin tomar con-
ciencia de su propia ambivalencia frente al crecimiento de estos. Una
madre, que si bien se muestra preocupada por la excesiva permanencia
de su hijo en su cuarto, teme y cuestiona que salga a lugares que él elige.
¿Tendrá que ver con la dicultad de los adultos de sentirse valiosos y
seguros para ejercer su rol?, ¿de ser capaces de establecer límites ade-
cuados, que brinden sostén, contención al adolescente?
Muchas veces el motivo de consulta maniesto por los hijos
puede enmascarar la necesidad y dicultad de pensarse a mismos.
La intervención terapéutica apuntará, en esos casos a explicitar entre
otras, las problemáticas personales y vinculares. Así como poder inda-
gar y pensar sobre sus propias adolescencias.
INTERCAMBIO PSICOANALÍTICO, 16 (1), 2025, pp 58 - 67
ISSN 2815-6994 (en linea) DOI: doi.org/10.60139/InterPsic/16.1.7
63 / FLAPPSIP
Antes la crianza estaba centrada en el ideal adulto al que aspirar,
y por tanto las etapas que anteceden eran vistas cómo preparación a la
adultez. A partir de la posmodernidad el ideal social ha pasado a ser la
juventud, o más exactamente lo joven. Es lo valorado y esto trae con-
secuencias, tanto en el posicionamiento intrafamiliar, cómo personal y
social (por ejemplo, en relación a la conformación del Ideal de Yo).
Es bastante común ver padres que siguen funcionando como jó-
venes o incluso rivalizando con ellos.
El borramiento de las asimetrías, surge, entre otras variables, de
padres exigidos por sus hijos que se muestran insatisfechos y deman-
dantes. El desdibujamiento de las diferencias generacionales y la conse-
cuente horizontalización / fraternización de los vínculos - padres amigos
de sus hijos- estaría propiciando una permisividad excesiva, una puesta
de límites inadecuados y ambiguos, eludiendo el conicto generacional,
tan necesario y fértil para el crecimiento, al decir de Blos (1981). El riesgo
en estos casos es la falla en las funciones de sostén, corte e interdicción.
Esta situación implica un trabajo suplementario para el joven,
que necesita de la confrontación para construir su subjetividad y avan-
zar hacia una madurez emocional.
En ese sentido la novedad de la hipermodernidad, nos dice Re-
calcati (2020), sería que muchos hijos no tienen a quien «matar», no tie-
nen contra quien rebelarse. Se encuentran con adultos ausentes (física
o psíquicamente), o que tienen muchas dicultades para hacer valer la
Ley: el límite, el aplazamiento de la satisfacción. En estas circunstancias,
el verdadero conicto para los hijos no sería la transgresión, sino la toma
de conciencia que, al no haber nada que infringir, la Ley pierde peso sim-
bólico. La confrontación entre las generaciones se diluye al constituirse
la adultez como una forma de adolescencia prolongada o “adultescen-
cia” (Fandiño Pascual, 2022) caracterizada por un gran interés en el ocio,
el consumo, y la apariencia juvenil.
Frente al debilitamiento del rol adulto, los adolescentes buscan
frecuentemente guías en las plataformas virtuales. Tomando la palabra
y el accionar de los inuencers o youtubers como modelos y referen-
tes comunicacionales e identicatorios. En la clínica, ante la dicultad de
poder sostener los desafíos evolutivos, nos encontramos muchas veces
con la necesidad de un trabajo sobre el reordenamiento de las funcio-
nes parentales.
La Familia, siguiendo a M. Cristina Rojas (2016), se dene por
operatorias, funcionamiento inconsciente y por vínculos, no sólo por
quienes la integran. Estas operatorias implican las funciones de sostén,
interdicción, renuncia pulsional a la agresividad y sexualidad y la asime-
tría constitutiva. Esta asimetría se sustenta en el vínculo marcado por
la diferencia entre adultos (con un psiquismo construido) y niños (con
un psiquismo en construcción). Nos preguntamos, entonces ¿qué con-
secuencias puede tener este borramiento de las asimetrías que obser-
vamos, cada vez con más frecuencia?
INTERCAMBIO PSICOANALÍTICO, 16 (1), 2025, pp 58 - 67
ISSN 2815-6994 (en linea) DOI: doi.org/10.60139/InterPsic/16.1.7
64 / FLAPPSIP
Las exigencias de ambas partes complejizan el tránsito por esta
etapa y la rma de un nuevo contrato narcisista (Kaës,1995) tan nece-
sario para el adolescente y sus referentes primarios. De la posibilidad
de un novel contrato derivarán nuevos posicionamientos subjetivos de
todos los integrantes del núcleo familiar.
En el procesamiento de la condición adolescente, se torna impor-
tante que el adulto pueda estar disponible psíquicamente, para acom-
pañar el tiempo de mora, de ensayo, como campo de experimentación,
tan necesario para el joven en búsqueda de su identidad. Erik Erikson
(1971) en la década de los 50/60 acuñó el término Moratoria Social para
dar cuenta de aquel “tiempo muerto” - o mejor, diríamos con Cao (2009),
de trasbordo, compás de espera y preparación- en la búsqueda de la
identidad. Este tiempo posibilita aplazar las consecuencias de nuestros
actos y diferir las responsabilidades de los mismos. Entendemos que el
mundo virtual se constituye en otro “campo de pruebas” posible, donde
esta moratoria también despliega.
No olvidemos que la falta de conrmación narcisista junto con
la necesidad de pertenencia y aliación a grupos de pares, empuja al
adolescente a una frenética cacería identitaria, vinculatoria y exploratoria
(Cao, 2009), que ahora no sólo podrá desarrollarse en el mundo real si
no también en el virtual.
Algunos jóvenes, incapaces de libidinizar esta búsqueda, teme-
rosos de enfrentar un eventual rechazo de sus pares o lo novedoso que
trae esta etapa, se refugian en una incómoda endogamia, a veces avala-
da por los adultos y su deseo de tenerlos cerca o bajo control. Los inten-
tos de salida pueden enmarcarse en un clima de apatía e inquietud.
En la adolescencia el hijo se presenta e impone como lo real y
distinto, generando sentimientos de extrañeza, opacidad y ajenidad.
Esto demandará un trabajo psíquico que dé lugar y sentido a la otredad,
teniendo presente lo angustioso y frustrante que puede representar
este proceso para los padres. Estos sentimientos también son experi-
mentados por los hijos. ¿Qué pasa con la angustia consecuente, qué lu-
gar le dan los padres?
Muchas veces vemos como la expresión de esta angustia se ma-
niesta a través de la tristeza, enojo, frustración, ante la cual los padres
demandan “soluciones” rápidas, “tips”, “recetas” o medicación. Buscan
y a veces exigen, sostén e intervención institucional (por ejemplo en el
ámbito educativo), por no poder entender, acompañar y tolerar el su-
frimiento que conlleva este tránsito adolescente. Estas situaciones fre-
cuentemente motivan la consulta psicológica. Allí se apuntará a dar sen-
tido y acogida a esta demanda, no dejándolos a la deriva del podcast
o los avatares de la moda del momento. Esto nos lleva a pensar en los
adultos atravesados por sus propios desbordes y sus dicultades para
sostener a los adolescentes, necesitando ellos también un espacio de
contención. Ejemplo: “¡No puede ser que llegue a mi casa, luego de tra-
bajar horas, cansada y que encuentre a mi hija llorando!”
INTERCAMBIO PSICOANALÍTICO, 16 (1), 2025, pp 58 - 67
ISSN 2815-6994 (en linea) DOI: doi.org/10.60139/InterPsic/16.1.7
65 / FLAPPSIP
La incertidumbre ante el crecimiento de los hijos se superpone
con la incertidumbre del contexto.
En el encuentro intersubjetivo en el consultorio, asistimos muchas ve-
ces al pedido de construcción de sentidos y contenidos que permitan
una nueva narrativa subjetivante para el joven que necesita esperanza
y conanza para crecer, pero también para los padres que acompañan
esa transición.
Los modos de crianza hoy parecen no tener referencias claras.
¿Serán las consecuencias de la “caída de la Modernidad”, de la que aún
hoy vemos los efectos? Caída de las certezas y referencias en los roles,
todo es uido, no durable. Los proyectos de futuro son cada vez más
inciertos y la adultez no funciona siempre como un modelo a anhelar.
Nos hemos encontrado teniendo que dar, cada vez más lugar en la con-
sulta, a los padres o adultos a cargo, desbordados. Ya no solo por la
irrupción de los cambios y desafíos a los que los somete el tránsito ado-
lescente, sino por una serie de exigencias y presiones provenientes del
contexto actual, como venimos viendo.
Observamos adultos con poca disponibilidad emocional frente
a la desvitalización y desesperanza de los jóvenes. Vemos con más fre-
cuencia la aparición de ataques de pánico, ansiedad, depresión, intentos
de autoeliminación, somatizaciones, trastornos del sueño, de la alimen-
tación, etc., acompañados de sufrimientos difíciles de elaborar. Conside-
ramos que cuando se logra hallar un entorno que promueva empatía y
conanza estas vivencias se tornan más soportables y compartibles.
Desde nuestra labor clínica, con los aportes del Psicoanálisis Re-
lacional pensamos que será imprescindible hospedar el sufrimiento tan-
to de los padres como de sus hijos. Con los adolescentes se dará lugar a
la continuación de desarrollos detenidos que favorecen el crecimiento,
la integración y el sentido de continuidad vital.
Teniendo en cuenta que no ocupamos la función de terapeutas
del adulto, sino que intentamos, en un espacio conable y empático,
favorecer la disponibilidad emocional para poder acompañar, sostener
y apuntalar a sus hijos.
Los padres también necesitan ser integrados, escuchados, en-
tendidos e instrumentados. Sostenerlos a través de entrevistas que
apunten a lograr una libidinización adecuada revalorizándolos narci-
sísticamente en su rol, restituyéndoles el lugar fundamental que tienen
para sus hijos. Para ello, será imprescindible, que el terapeuta pueda
empatizar con su sufrimiento, más allá de la posible presentación del
mismo (considerar la angustia, el dolor, el enojo, la frustración, la heri-
da narcisista que puede despertar la consulta por un hijo). Explorar el
tránsito de sus propias adolescencias puede enriquecer y esclarecer los
procesos inconscientes de identicaciones y repeticiones que pueden
estar haciendo obstáculo, en el presente.
INTERCAMBIO PSICOANALÍTICO, 16 (1), 2025, pp 58 - 67
ISSN 2815-6994 (en linea) DOI: doi.org/10.60139/InterPsic/16.1.7
66 / FLAPPSIP
El psicoterapeuta apuntará a ser traductor del malestar adoles-
cente, develando los indicios que su paciente maniesta y que muchas
veces los padres no logran vislumbrar, ya que las vivencias de los jóve-
nes no siempre coinciden con lo que sus padres creen, basados en lo
que les ofrecen o hacen por ellos. Los padres muchas veces actúan sus
propias carencias e intentan remediarlas a través de sus hijos, sin tomar
en cuenta que éstos no siempre tienen las mismas problemáticas que
ellos.
El desafío será acompañarlos en el proceso de reacomodo fren-
te a la conictiva adolescente, dando lugar al despliegue de sus propios
malestares y a aceptar la autonomía y alteridad de sus hijos.
Pensamos que en toda labor clínica, pero en particular, con adolescen-
tes, no se trata de trabajar solamente sobre la reedición de lo vivido,
sino sobre todo, en cocrear un espacio en el aquí y ahora que le permita
la emergencia de nuevos sentidos, un nuevo relato de sí mismo, una
relectura de los hechos del pasado, pudiendo desarmar así las expli-
caciones tal y como fueron guardadas, posibilitando adquirir un nuevo
lugar en el mundo.
Desde una actitud empática el terapeuta se dispone a validar
y aceptar lo novedoso que trae el adolescente teniendo en cuenta sus
propios prejuicios y cómo estos pueden inuir en la interacción con el
paciente. Ello favorecerá el desarrollo de un sentimiento de valía, de
aceptación y descubrimiento de sí mismo junto con otro.
En la situación analítica la única realidad relevante y accesible es la reali-
dad subjetiva. De este modo se prioriza la experiencia que se va cocons-
truyendo entre paciente y terapeuta, que va más allá de lo simbólico.
En ese encuentro analítico, íntimo y singular se pueden ir modicando
esos patrones relacionales originales, editando y creando otras formas
de interacción con el entorno. Ya que no se considera al sujeto aislado
sino que se va construyendo con otros.
Sandra Buechler (2015) plantea que nuestras emociones son
nuestros principales motivadores, conectándonos a unos con otros y
con nosotros mismos. Dado que las emociones operan como un siste-
ma, en el que la intensidad de una afecta a la intensidad de las otras,
tiene sentido pensar que el cambio de una vivencia emocional sea su-
ciente para poder cambiar el conjunto de lo que sentimos.
En estos contextos actuales donde aparece una gran desco-
nexión emocional, trabajar las emociones que se ponen en juego, con-
tribuirá a generar cambios. Esto permitiría la construcción de la capaci-
dad de “agencia”1, y de este modo el adolescente paulatinamente se irá
sintiendo protagonista de su vida.
Sandra Buechler (2015, p. 441) expresa: “Al igual que el músico,
hemos de mantener nuestros instrumentos en plena forma. Pero como
clínico, nuestros instrumentos somos nosotros mismos. Tenemos la au-
dacia y la humildad de intentar usar nuestros propios recursos cogni-
tivos, emocionales e interpersonales para marcar una diferencia en la
vida de otros”. Nos espera un gran desafío.
INTERCAMBIO PSICOANALÍTICO, 16 (1), 2025, pp 58 - 67
ISSN 2815-6994 (en linea) DOI: doi.org/10.60139/InterPsic/16.1.7
67 / FLAPPSIP
Referencias bibliográcas
BLOS, PETER (1981) La inuencia mutua del
adolescente y su entorno. Realidad y cción
de la brecha generacional. En La transición
adolescente. ASAPPIA- Amorrortu, editores.
BUECHLER, SANDRA (2015). Marcando la
diferencia en las vidas de los pacientes.
Editora: Ágora Relacional.
BYUNG-CHUL HAN (2017). La expulsión de
lo distinto. Herder Editorial.
CAO, MARCELO (2009) La condición
Adolescente. Replanteo intersubjetivo para
una psicoterapia psicoanalítica. Edición del
autor.
ERIKSON, ERIK H. (1971) Identidad, juventud
y crisis. Paidós.
1 Agencia: “Capacidad de una persona para
actuar y elegir de acuerdo a la voluntad, de
manera a la vez creativa y responsable, en
oposición al sentimiento de ser conducida
pasivamente por fuerzas externas e
impersonales.” (León y Ortuzar, 2020)
FANDIÑO PASCUAL, R. (2022), La adolescencia, entre la transición y el destino. Ciclo de
Conferencias en Ágora Relacional. Instituto de Psicoterapia Relacional de Mdrid
https://youtu.be/WvhXSwAnCOI?si=g2DCkIntz3_q-0Rl
KAËS RENÉ. (1995), El grupo y el sujeto del grupo, Amorrortu editores.
LEÓN, S. Y ORTÚZAR, B. (2020), Diccionario introductorio de Psicoanálisis Relacional e
Intersubjetivo. RIL editores.
MANSUKHANI, ARUN (2023), Manual para crear relaciones sanas. Conferencia en el ciclo BBVA
Aprendemos juntos 2030.
https://youtu.be/wF1B0jVWhtw?si=Y_zDVKIMt9ZlyViW
RECALCATI, M. (2020) El secreto del hijo. De Edipo al hijo recobrado. Ed.
Anagrama.
ROJAS, M. CRISTINA (2016) Intervenciones con niños y adolescentes: una clínica compleja. En
Controversias en Psicoanálisis de Niños y Adolescentes Nº 18
SIBILIA, PAULA (2010) Mutaciones de la subjetividad. En Autores varios. La intimidad, un
problema actual en Psicoanálisis. Psicolibros, Paidós
VIÑAR, MARCELO (2010) Del mundo interno y las relaciones objetales a la prioridad del
otro. En Flechner, S (Compiladora). Psicoanálisis y adolescencia: dos temporalidades que se
interpelan. (pp.63-83). Psicolibros.
WINNICOTT, D (1982) Realidad y juego. Editorial Gedisa. Cap. Muerte y asesinato en el proceso
adolescente (pág. 186 a 193).