
INTERCAMBIO PSICOANALÍTICO, 16 (1), 2025, pp 58 - 67
ISSN 2815-6994 (en linea) DOI: doi.org/10.60139/InterPsic/16.1.7
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Antes la crianza estaba centrada en el ideal adulto al que aspirar,
y por tanto las etapas que anteceden eran vistas cómo preparación a la
adultez. A partir de la posmodernidad el ideal social ha pasado a ser la
juventud, o más exactamente lo joven. Es lo valorado y esto trae con-
secuencias, tanto en el posicionamiento intrafamiliar, cómo personal y
social (por ejemplo, en relación a la conformación del Ideal de Yo).
Es bastante común ver padres que siguen funcionando como jó-
venes o incluso rivalizando con ellos.
El borramiento de las asimetrías, surge, entre otras variables, de
padres exigidos por sus hijos que se muestran insatisfechos y deman-
dantes. El desdibujamiento de las diferencias generacionales y la conse-
cuente horizontalización / fraternización de los vínculos - padres amigos
de sus hijos- estaría propiciando una permisividad excesiva, una puesta
de límites inadecuados y ambiguos, eludiendo el conicto generacional,
tan necesario y fértil para el crecimiento, al decir de Blos (1981). El riesgo
en estos casos es la falla en las funciones de sostén, corte e interdicción.
Esta situación implica un trabajo suplementario para el joven,
que necesita de la confrontación para construir su subjetividad y avan-
zar hacia una madurez emocional.
En ese sentido la novedad de la hipermodernidad, nos dice Re-
calcati (2020), sería que muchos hijos no tienen a quien «matar», no tie-
nen contra quien rebelarse. Se encuentran con adultos ausentes (física
o psíquicamente), o que tienen muchas dicultades para hacer valer la
Ley: el límite, el aplazamiento de la satisfacción. En estas circunstancias,
el verdadero conicto para los hijos no sería la transgresión, sino la toma
de conciencia que, al no haber nada que infringir, la Ley pierde peso sim-
bólico. La confrontación entre las generaciones se diluye al constituirse
la adultez como una forma de adolescencia prolongada o “adultescen-
cia” (Fandiño Pascual, 2022) caracterizada por un gran interés en el ocio,
el consumo, y la apariencia juvenil.
Frente al debilitamiento del rol adulto, los adolescentes buscan
frecuentemente guías en las plataformas virtuales. Tomando la palabra
y el accionar de los inuencers o youtubers como modelos y referen-
tes comunicacionales e identicatorios. En la clínica, ante la dicultad de
poder sostener los desafíos evolutivos, nos encontramos muchas veces
con la necesidad de un trabajo sobre el reordenamiento de las funcio-
nes parentales.
La Familia, siguiendo a M. Cristina Rojas (2016), se dene por
operatorias, funcionamiento inconsciente y por vínculos, no sólo por
quienes la integran. Estas operatorias implican las funciones de sostén,
interdicción, renuncia pulsional a la agresividad y sexualidad y la asime-
tría constitutiva. Esta asimetría se sustenta en el vínculo marcado por
la diferencia entre adultos (con un psiquismo construido) y niños (con
un psiquismo en construcción). Nos preguntamos, entonces ¿qué con-
secuencias puede tener este borramiento de las asimetrías que obser-
vamos, cada vez con más frecuencia?